Todo comienza con una emoción. Todas las decisiones son emocionales. Por eso es crucial entender las emociones que surgen en nuestra vida cotidiana. Las emociones son las encargadas de desequilibrar la balanza de nuestro bienestar, debemos por lo tanto conocer y entender cuáles son aquellos condicionantes que inclinen la balanza a nuestro favor.
Si constantemente tomamos decisiones que nos lastran, destruyen y nos enferman, debemos dedicar parte de nuestro tiempo a aprenderlas para poder tomar mejores decisiones.
No hay proyecto que merezca la pena sin emoción, sea del tipo que sea. Si es así, tendremos que hacernos las siguientes preguntas: ¿Las emociones son importantes o vitales? ¿Qué tan seguros serán nuestros proyectos, nuestras metas o nuestros sueños si no tenemos las herramientas para manejar nuestras emociones? ¿Qué necesitamos para conseguir todo lo anterior? Una emoción, ya sea positiva o negativa, dependiendo de cómo queramos verla o cómo podamos desarrollarla, será un elemento esencial de una vida exitosa o plena. ¿Estás preparado para desarrollar todo tu potencial?